martes, 14 de octubre de 2025

Clase “El guardián del recreo” Cuento completo

 





El guardián del recreo

Introducción

Era un lunes como cualquier otro en el Colegio San Martín. Los alumnos corrían por el patio, jugaban a la pelota y reían mientras el sol iluminaba los árboles del recreo.
Tomás, un chico curioso y algo distraído, se dio cuenta de algo extraño: el conserje, don Ramón, siempre estaba barriendo en el mismo rincón del patio, aunque ahí no hubiera ni una hoja.

—¿Por qué siempre limpia el mismo lugar? —preguntó Tomás a su amiga Sofía.
—No sé, pero dicen que ese rincón es mágico —respondió ella, riendo.

Tomás no se quedó tranquilo. Decidió descubrir qué escondía ese pedacito de patio que parecía tan importante para don Ramón.


Desarrollo

Esa misma tarde, cuando todos se fueron a casa, Tomás regresó al colegio fingiendo que había olvidado su cuaderno. Desde la ventana vio cómo don Ramón dejaba de barrer y sacaba de su bolsillo un pañuelo azul brillante.
Lo colocó sobre el suelo, murmuró unas palabras y, de pronto, el rincón comenzó a brillar. Las flores secas florecieron, el pasto se volvió verde intenso y hasta el columpio roto volvió a moverse suavemente con el viento.

Tomás abrió los ojos con asombro.
—¿Magia? —susurró.

Pero don Ramón lo escuchó.
—Parece que me descubriste, muchacho —dijo con una sonrisa amable—. Este patio tiene vida, y solo florece cuando los niños hacen cosas buenas. Cada vez que alguien ayuda, comparte o pide perdón, el rincón vuelve a brillar.

Tomás no lo podía creer.
—¿Y si los niños se portan mal?
—Entonces el rincón se apaga —contestó el conserje con tristeza—. Y poco a poco, el colegio también.

Durante los días siguientes, Tomás observó cómo el rincón se apagaba cuando los alumnos se peleaban o se burlaban unos de otros. Un día, incluso aparecieron grietas en el suelo del patio.
Entonces, decidió hacer algo: organizó con sus amigos una “brigada del buen recreo”. Su misión era sencilla: ayudar, respetar y animar a los demás.

Al principio, muchos se rieron de la idea, pero poco a poco las cosas empezaron a cambiar. Los alumnos dejaron de empujarse, comenzaron a compartir la pelota y ayudaban a recoger los papeles del suelo.


Desenlace

Un viernes, mientras sonaba la campana del final de clases, todos notaron algo diferente: el rincón mágico brillaba con una luz dorada. Las flores se abrieron, el aire olía a primavera y hasta los pájaros se acercaron a cantar.

Don Ramón observó desde lejos con una sonrisa.
—Parece que el colegio ha vuelto a florecer —dijo.

Tomás y Sofía se acercaron.
—Gracias por enseñarnos a cuidar el patio, don Ramón —dijo Tomás.
—No me lo agradezcan a mí —respondió el conserje—. Agradezcan a sus corazones. Ellos son los verdaderos guardianes del recreo.

Desde ese día, cada vez que alguien pasaba junto al rincón, recordaba que la magia del colegio no estaba en el suelo… sino en la bondad de quienes lo habitaban.


Mensaje final

“Las buenas acciones, aunque pequeñas, tienen el poder de cambiar todo lo que nos rodea.”


Selecciona del listado el cuento a escribir.

  • 🌍 Con valores y amistad (El guardián del recreo)

  • 🤖 Ciencia ficción (El chip del olvido)

  • 🧙 Fantástica y mágica (La biblioteca de los libros vivos)

  • 🌳 Ecológica y reflexiva (El último árbol del mundo)

  • 🚀 De aventura y misterio (La brújula del tiempo)

  • 🐾 Con animales y ternura (El gato que no quería ser mascota)

  • 💭 De realismo mágico (El día en que el cielo se cayó)

  • 🔍 De terror suave (La sombra del espejo)

  • 💫 De crecimiento personal (El dibujo que cobró vida)

  • 😂 De humor escolar (El día en que el profe se volvió meme)

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